lunes, 25 de noviembre de 2013

Cronopio Nacho Ramírez, 69 años el 30 de noviembre de 2013. Por Óscar Dominguez

.
Publica y difunde NTC … Nos Topamos Con 
.
CONTINUIDAD y DESAROLLOS del
NTC ... blog sobre IGNACIO RAMÍREZ, iniciado el  19 de Diciembre 2007
http://ignara-ntc.blogspot.com/2007/12/contenido-general.html

http://ignara-ntc.blogspot.com/
----
.
De: oscar dominguez  oscardominguezg@etb.net.co
Fecha: 25 de noviembre de 2013 07:11


Asunto: Querido Ignacio
Para: oscar dominguez  o_doming@yahoo.com 
El Cronopio  Nacho Ramírez estaría de muchos 69 años el 30 de noviembre, 2013. 
El que baraja y de las cartas barajó distinto. 
Les comparto este actualizado y reencauchado recorderis. o 
QUERIDO IGNACIO
 

- Breve historia de un cronopio-

Por Oscar Domínguez G.


Muchas palabras leídas, escritas, fotografiadas,  imaginadas..., corrieron bajo las dioptrías de Ignacio Ramírez Pinzón desde cuando un 30 de noviembre, hace 69 años, la cigüeña lo depositó, con todo y su nariz quevediana, en la apacible aldea bogotana.

El Tiempo del 30 de noviembre de 1944 informaba en su primera página  que Churchill, para parecerse a Ignacio, escogió ese día para nacer. Hitler empezaba a salir por la puerta falsa de la historia. La guerra se reducía al punto de que no le gastaban más de una anoréxica columna en primera página. Mark Twain y Jonathan Swift, dos hombres de palabras si los hay, también intrigaron para nacer un día como hoy.

En noviembre del 44, el café, nuestro cultivo más mono, luchaba por venderse mejor, como ahora. Bogotá padecía lo indecible  para conseguir tres millones de pesos y pasaba el sombrero para arbitrar recursos ya que no había cama para tanta gente. Los mecanógrafos – muy solicitados en los avisos clasificados-  no eran una especie en vías de extinción ni mucho menos, y la sífilis y la blenorragia hacían de los suyas entre quienes hacían el amor por fuera de la epístola de Pablo.

De la mano de su madre, mamá Felisa, Nacho empezaba a juntar   vocales y consonantes. Y hacía la primaria en el amor enamorando imposibles de uniforme. Las únicas que no se enteraban de esos amores eran sus platónicas novias. A varias  de ellas las convirtió en esposas.

Desde sus primeros teteros existenciales, el cronopio Nacho, decidió vivir sobregirado de vida. Sus amigos creemos que decidió vivir de una vez todas sus vidas futuras.

En sus vidas se ha dado todas las licencias, siempre dentro de una ética y una estética sin concesiones.

Una de esas licencias puede parecer un tanto exótica. De paso por el río Atrato, el reportero que hay en él desde siempre,  se dejó besar de un cocodrilo. De esa “coalición” derivó las cicatrices que enriquecen lícitamente su rostro. Jamás pensó siquiera en la posibilidad de gastarle cirugía plástica a esa muy sui generis huella digital que lleva en el rostro. Cocodrilos no nos besan todos los días, se dijo Nacho.


CIUDADANO DEL MUNDO

Como uno es de donde lo quieren, al decir del juglar vallenato Alejo Durán, Nacho era un bogotano nacido en todas partes. Trotamundos de la palabra convirtió el  mundo en su hábitat.

Dedicó sus días y sus noches a asombrar a su rebaño de cronopios y cronopias, literalúdicos y literalúdicas, ustedes y “ustedas”,  con su calidad y calidez humanas.

Era tan andariego que de lejos se veía que en su árbol genealógico había un espermatozoide que camina. Espermatozoide andariego y mamagallista que llevó a muchos óvulos complacientes, comentó alguna vez.

Para un hombre siempre amenazado de vida, nada mejor que disfrutar la experiencia de vivir la muerte lúdicamente. Decidió hacerlo en uno de los tantos festivales culturales que organizó  en Europa, muchas veces contra el querer oficial, para llevar a todos los ámbitos  la voz de los creadores colombianos. Sobre todo de los nuevos.

En el último, realizado en Italia, desde su cama en un hospital, Nacho siguió su enésimo festival desde el otro lado de la vida. El día que llegó fue hospitalizado de urgencia. En estado de coma, desde su cuarto en la clínica, siguió desde el más allá – donde estuvo- las incidencias del festival que se cumplió con el libreto que había preparado. Tan pronto se acabó el festival fue dado de alta.

Desde siempre, Ignacio hizo del esceptisimo una religión y de su vida una casa tomada por los libros, en homenaje a Cortázar. Su pasión-devoción por ellos fue tal que bien pudo haberse llamado “Alegríadeleer” Ramírez.

Veía un libro y de inmediato se producía entre los dos un caso de amor a primera vista. Lo acariciaba, olía,  y en centésimas de segundo sabía en cuánto tiempo los despacharía. Solo faltaba que en su apartamento abriera la puerta uno de de sus libros. O de pronto el mismo Cortázar, su gurú, Henry Miller, Don Quijote, Remedios, la Bella, algún compadrito de Borges.

O uno de los pintores o protagonistas de los cuadros con los que mantuvo permanente diálogo desde la eternidad de las paredes que llenaban de color y vida su casa, que siempre fue la casa de todos, como en el verso de Pombo. Cuadros que de pronto ponía en venta para solventar achaques económicos. A pesar de que trabajó desde los 14 años, el Seguro Social, en su sabiduría (¿) decidió que  no tenía derecho a la jubilación.


JUNTOS PERO SÍ REVUELTOS

En Nacho, periodismo y literatura iban juntos pero sí revueltos. La desmesura de su comunión con la palabra la inauguró temprano fundando el periódico de su cuadra bogotana. De esta forma, iniciaba la primaria como reportero de todas las horas. Radio, prensa y televisión ejercidos en los más inverosímiles sitios de Colombia, se lucraron de su talento infatigable, siempre en período de prueba. Muchos colegas lo utilizaron para crear propuestas periodísticas. Después de aprovechar su talento, lo abandonaban como si fuera un incómodo cleenex. Nunca permitió que les hiciera el reclamo de cuenta mía. Obedezco.

Cerró la tienda de su producción con el libro “Fantasmas felices” en el que narra historias de personas que tuvieron “la sana costumbre de morir” (sep. 2009). La dedicatoria que me regaló dice. “Para el papá de Andrea y la Dulcinea del papá de Andrea, o sea mi madrina y en consecuencia la mamá de Andrea. Con mis esqueletos muertos de la risa y mi cariño vivo”.  (De la Colección textos perdido. Editora Teresa Montealegre).

Nada de lo que tenía que ver con el ejercicio periodístico y literario, le fue extraño. En periodismo fue de la vieja y de la nueva guardia al mismo tiempo. Esta faceta la atestiguó su agencia virtual Cronopios donde trabajó por puro amor-humor al arte utilizando ese periódico sin rotativa que es la web.

Su vitalidad nunca prescribió pese, repito, a una mala salud - con el alias de cáncer- que no le dió tregua. Y que de pronto lo horizontalizaba en la cama juntos con otros muchos achaques. Su situación generó un gran movimiento de solidaridad al cual Nacho le salió al paso en una ocasión desde su lecho de enfermo para desautorizarlo sin piedad. Nada de colectas, Cronopios. (Ver nota).

Desde siempre, para sus amigos y amigas, Querido Ignacio fue una copa para todos llena. Pero desde que ingresó a los A.A., - ayatolas antietílicos- ofrecía almuerzos o un café bien preparado y mejor servido. Disfrutó la amistad desde la intensa y extensa bohemia hasta la urbana paz del tinto. Sin concesiones, se dió a sus amigos a los que consideraba libros siempre abiertos en primera página. Como él mismo lo fue  para todos nosotros.


Tomando prestado un verso, se puede decir que valió la pena vivir solo por ver pasar a Nacho.

----

Soneto a Nacho


(odg)


En mi vida me he visto en el aprieto
De a los dioses dar gracias por Ignacio.
Burla burlando, y como voy despacio,
Me faltan los tercetos y un cuarteto.


Qué rollo tan berraco es ser “poeta”
Cuando las musas miran a otro lado:
A esta altura me siento naufragado
Pues aún no hablo bellezas del esteta.


De nariz cual de verso de Quevedo,
Se la ha jugado en paro y con denuedo
Por su amor: la palabra. Tal es Nacho,


Que sus amigos vemos como un macho
Cronopio sesentón. Él tanto ha dado
Que olvidó el participio jubilado.
-----
.
.

.
Queridos hombres y mujeres de palabra


Por Ignacio Ramírez


Director de Cronopios




Me veo en la obligación de informar a los integrantes de la Red Internacional de Cronopios, que en ningún momento he autorizado la motivación de colectas públicas a mi favor, ni recibido suma alguna de dinero con supuesto destino al fortalecimiento económico de Cronopios y que mientras esté dentro de mis posibilidades ser consecuente con el lema de "Cronopios trabaja por puro amor al arte", defenderé este principio como hasta el momento he logrado hacerlo en el transcurso de toda mi vida.

Agradezco la generosidad y la buena voluntad de mis amigos, de los lectores y simpatizantes de Cronopios y de muchísima gente que propone alternativas para que nuestro Diario virtual para hombres y mujeres de palabra permanezca activo aún en emergencias como la que acaba de atravesar y cuyas causas ya todos conocen.


Estoy considerando, sí, la posibilidad de establecer una Fundación sin ánimo de lucro, en la cual participarían escritores y personas amantes del arte y la cultura que se identifiquen con el espíritu integracionista y desinteresado que ha caracterizado siempre a Cronopios. Cuando eso suceda, lo comunicaré públicamente, pero quiero en este momento dejar en claro que lo único que Cronopios aspira a obtener de sus simpatizantes es la alianza de los artistas dentro de sus diferencias de criterio y pensamiento, con el único objetivo de recuperar el valor de la palabra y fortalecernos desde nuestros trabajos creadores para demostrar que la mayoría de los colombianos somos gente de paz y estamos dispuestos a unirnos para desplazar a la violencia.


¡Cronopios no pasa el sombrero. Cronopios sí pone el grito en el cielo!

LOS FANTASMAS FELICES

Cronopio Nacho, que los dioses te mimen.


Por medio de la presente, como enseñan en las escuelas de comercio, te quiero comunicar que estoy a la espera de tu último libro, “Los fantasmas felices”. No te perdono la dedicatoria.


Creo conocer algunos de los textos, por ejemplo, las palabras que tú, escéptico de horas extras y  jornada continua, leíste en la Iglesia de San Juan de Ávila, para despedir a tu mamá, DOÑA Felisa, el día que se volvió eternidad.


Celebro haberte colaborado en la búsqueda de la caricatura “Gran fandango y francachela  de todas las calaveras” del maestro Guadalupe Posada. Es la portada del libro que editó Teresa Montealegre.


En reciente despacho de Cronopios, tu quijotada virtual que tantos aplausos arranca de la galería desde hace más de una década, decías, con inspirado acento, que “por supuesto los amigos no pagan y se los haré llegar pronto, de algún modo…”.


Como me autoproclamo amigo tuyo desde cuando éramos reporteros tesos y trasnochadores  en RCN y en TVSucesos RCN del maestro Acosta, te digo que aguardo tu  libro a pie juntillas.


Eso sí, al contrario de lo que opinas, creo que  los amigos sí debemos pagar. No más regalos. Es más: acompañado de Gloria, madrina de uno de tus tantos matrimonios (el que realizaste con Ola Sofía, en Sibaté, en la casa del maestro Heinz Goll),  ya consignamos el billete en tu cuenta # 034-140566 del Banco de Bogotá, sucursal Niza.


Casi le vendo un ejemplar al cajero pero finalmente al hombre le entró una llamada al celular y no pude redondear la faena. Los 30 mil deben ir llegando al Carulla de la 116, donde solemos despachar corrientazos meridianos. El primer punto  del orden del día gastronómico es hacer un recuento de los viejos amigos que ya no nos saludan a pesar que compartieron mesa y vino con nosotros “cuando teníamos salud, sonrisa, juventud y nada en los bolsillos”.


No quiero que te pase lo que a mí que me he vuelto best-séller de libros regalados. Cero y van tres libros míos en la calle, y nada que se venden piratiados en el semáforo.  Tampoco puedo almorzar largamente todos los días en el Parque de la 93, en la Zona T o en la erógena G con cargo a mis derechos de autor.


Me parece buena tu idea de vender directamente tus fantasmas. Los hermanos libreros suelen quedarse con el pan y con el queso. En esta operación de vender directamente era ducho nuestro común amigo, Pedro H. Morales, a quien una vez le oí preguntarle a un librero cómo era la movida para vender sus libros allí.


El caballero – el tambor mayor de la Librería Nacional- le dijo, casi si mirarlo: Usted le pone un precio, nosotros le subimos un 30 o 40 por ciento que es para nosotros, y  ahí le vamos pidiendo. Y lo dejó mirando pa’l páramo.


Cronopio Nacho, como dice el vendedor de mandarians que pasa por tu casa y por la mía, “muchos, demasiados” éxitos con tu nuevo libro en la que los muertos llevan la voz cantante, contante y sonante. Parecerá que siguen vivos gracias a la magia de tu palabra.


Lamento no tener en mis planes inmediatos desocupar el amarradero porque podrías leer en mis exequias uno de los generosos textos que has escrito para presentar uno de mis libros. Y me despacharías con la vanidad en el punto más alto.


A tus espaldas, es decir, CCO (con copia oculta), enviaré copia de este correo a Raimundo y todo el mundo para que acepte tu libro, pero metiéndose la mano al dril.


No te tiempo más quito,


El Papá de Andrea
----
.
NTC ... ENLACES

http://ignara-ntc.blogspot.com/2007/12/contenido-general.html

http://ignara-ntc.blogspot.com/

IGNACIO RAMIREZ PINZÓN"NACHO", CRONOPIO
Bogotá, 1944 - Bogotá, Diciembre 19, 2007, de madrugada - "Aún hay más ..."


Mosaico elaborado por NTC …
con base en las imágenes que aparecen en el numeral 3 del CONTENIDO
.
IGNACIO RAMIREZ PINZÓN 
"NACHO", CRONOPIO
PORTAL - BLOG
Una publicación de NTC … , ntcgra@gmail.com
Iniciada el 19 de Diciembre 2007


Publica y difunde NTC … Nos Topamos Con